viernes, 29 de febrero de 2008

LA TELEVISIÓN Y SU MUNDO

Historia de una vieja televisión.

Noche de miércoles en el instituto Porras Barrenechea de la universidad nacional mayor de San Marcos. Media hora de retrazo por esperar al más estimado y longevo periodista. Se inicia la conversación casi personalizada en la pequeña sala de 20x20 m. mientras el calor trata de ser retirado por un pequeño ventilador y una ventana abierta.

Se inicia el coliloquio. Abre, Humberto Martínez Morosini, quien fuera conductor e imagen principal del noticiero “24 horas” y de Panamericana Televisión, contaba un poco de sus inicios como periodista después de un frustrado sueño de aviador.

Recuerda con amargura que le inventaron una enfermedad para separarlo de su ilusión.

En sus primeros años después de su decepción, incursionó en la radio y vaya que le fue muy bien. “La radio fue fundamental para yo llegar a lo que soy” menciona, recordando que jamás llevó cursos de impostación. El arte de locutor le aceleró el funcionamiento de la mente y gravedad de su voz.


Quien fuera también uno de los fundadores de la primera televisión y Radio Programas de Perú, evoca con sorna los errores cometidos en vivo al hablar y su ajustada puntualidad antes de la conducción, llamando de la misma manera a la prudencia.

“Una vez en el canal, cuando el dueño de piso empezaba la cuenta regresiva para iniciar el noticiero yo llegué estando en el número 3 de 5 y al comenzar a leer, sentado a medias, se me escapó una barbaridad. Era una noticia internacional sobre Jonh F. Kennedy…Dije: Muy buenas noche damas y caballeros, el presidente estadounidense Jonh F. Kennedy sufrió esta mañana la alteración de una de las costillas en la parte lumbar por exceso de esfuerzo físico, por lo que su médico le ha ordenado estar con 2 mulatas cerca de tres meses”…

Es una de las cosas que jamás olvidaré así como la investidura y comportamiento de mi productor y jefe de noticias, Julio Estremadoyro (actual docente en 3 universidades limeñas) quien no dejaba de renegar, golpearse, gritar y se hacerse respetar temerosamente.

Era un perfeccionista y profesional cabal. Yo no lo disfruté mucho pues llegaba y me iba del canal pero sólo ver a los redactores y el equipo de producción fue fundamental para decidir jamás entrar en dichas áreas.

Sin duda alguna haber sido reportero en las décadas de los 80 - 90 era heroico. Recuerdo particularmente, haber visto en las calles y en la misma televisión, equipos de hasta 5 personas entre periodistas, ayudantes y el mismo chofer para conseguir la noticia. A veces enredándose entre ellos, era cosa de locos.


El reportero con el micrófono, el segundo con la inmensa y pesada cámara, el tercero con la grabadora conectada a la misma, el cuarto con el cable y quinto haciendo espacio para pasar, tenían que ser cronometrados y correr al mismo tiempo.

Todos los periodistas agradecemos a la tecnología por ayudarnos a dejar esos problemas a manos del olvido. Y como dijeron en la coyuntura Gilberto Hume con Julio Estremadoyro, ahora basta con tener un celular con cámara y video más acceso a Internet para hacer noticia.

Cosa y caso importante es lo que confesó el esposo de Cecilia Valenzuela; que uno mismo, invirtiendo en la actualidad, puede tener su propio canal de televisión digital en la red. Esta nueva pareja digital revolucionará las comunicaciones y las abaratará en adelante como ya se puede ir notando en el “Youtube” donde quizás usted jamás pensó encontrar un video de una canción desconocida totalmente en el país.


La joven televisión


Pasando por el videotape, betamax, vhs, telepronter, cd y dvd; hoy, trabajar en televisión es presión. La bendita palabra “Raiting” se ha convertido en la soga que ajusta cuellos en la TV. y es el responsable de que redactores, diseñadores gráficos, editores, locutores y conductores den lo mejor de sí.

Antes el periodista de televisión como actualmente se oye en radio salía a la calle a preguntar qué canal miraba y guiaban su audiencia por ello.



Estar en el noticiero y ver que tu productor minuto a minuto ve la escala de audiencia en los 5 sectores existentes (A-E) te desconcentra. Lo malo en el país es que dependemos de una empresa para este servicio y lo primordial sería que su veracidad sea contrastada. Las universidades podrían ser la alternativa de inversión y ayuda en este rubro.

Antes no existían escuelas ni facultades de comunicación social y/o periodismo ahora la proliferación de muchas de éstas enseña lo básico pero aún se observa en el entorno mediático que la responsabilidad de entrevistas a conspicuos se las dan a profesionales de otras carreras. Es por esto que el buen periodista debe ser autodidacta y no aferrarse en sólo aprender algo durante las comisiones.

Unos buenos consejos sacados de un corto conversatorio. Esperaremos a los que siguen, pero está vez con más tiempo.

Fotos: UNMSM.

No hay comentarios: