lunes, 30 de junio de 2008

CUANDO EL ACUSADO CONDUCE EL JUICIO



Un desafiante Vladimiro Montesinos apareció después de 7 meses de iniciado el juicio a Alberto Fujimori e hizo lo que quiso frente a los miembros del tribunal.


EL Escaleno. Él sólo se creo el interrogatorio. Respondió lo que quiso y se amparó en un ex cargo que le proporcionó normas de confidencialidad. Podía callar cuando quería y ser sarcástico al mismo tiempo. Sin duda alguna, el quien hacía y deshacía, años atrás, en el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) tuvo méritos y mucha verborrea para llegar al cargo.


UNA MIRADA SOBRA. Una sonrisa basta.

Eran las 9:45 de la mañana y Montesinos entró en calidad de testigo al juicio interpuesto al ingeniero Alberto Fujimori en la sede policial de la Dirección de Operaciones Especiales (Dinoes), con una sóla convicción; liberarlo de falta alguna, teniendo la esperanza de que algún día no tan lejano, obtenga la inocencia que le pueda hacer gozar de libertad.



A pesar de exculparlo desde el inicio de la indagación que fue dirigida, en mayor tiempo, por el fiscal, José Peláez, los argumentos técnicos que presentó Montesinos Torres, no le fueron de mucha ayuda al ex mandatario.

Se contradijo en varias ocasiones. Decía que el era un “subordinado administrativo”, pero, sin embargo, tenía la potestad de enviar a coroneles espías al Ecuador y Chile para cumplir tareas de inteligencia. Dijo que no pecaría de infidencia sin embargo, reveló algunos nombres y seudónimos.



Quizás el temor de irse de palabras y que posteriormente le pongan pruebas a sus delitos que no pueda replicar, fue el factor fundamental de su silencio final.

Ni los códigos con los ojos y las ligeras sonrisas, dejaron en claro la relación que mantienen Montesinos y Fujimori, pero lo que si pareciera es que el ex asesor presidencial lee mucho en su celda y prepara sus descargas con mucho fundamento.

Ahora la pregunta se dirige a si el ex jefe de las Fuerzas Armadas y el Ejército, Nicolás Hermoza Ríos, en su momento, seguirá hundiendo al extraditable Fujimori o también hará uso del derecho a silencio, luego de haberlo denunciado como conocedor de los homicidios de la Cantuta.

Vladimiro Montesinos, quien se acogió al derecho del silencio, pudo realizar esta acción debido a que viene enfrentando otro proceso en un tribunal diferente, por lo que la coyuntura lo favoreció, evitando someterse a un posible ridículo, como le sucedió al general, Julio Salazar Monroe (ex jefe nominal del SIN).



Recordemos que Alberto Fujimori enfrenta desde diciembre del año pasado, juicios por tres puntos específicos que se le imputan: Ser jefe o máxima autoridad del grupo “Colina”, estar relacionado con los asesinatos de la Cantuta y Barrios Altos y promover del Terrorismo de Estado durante su periodo.

Finalmente, en una declaración que Máximo San Román brindó a CPN, dijo que siempre le pareció extraño que Alberto Fujimori, ponga las manos al fuego por su asesor, a pesar de que este fuera cuestionado duramente. Evoca que una vez le dijo “Yo escojo a quien quiera”, comentó.

Muchos como yo se deben preguntar, ¿Hasta cuándo el gato seguirá encerrado?.